Empiezo esta entrada diciendo que no he seguido el debate de la nación, sólo lo que ha salido por la cadena ser. Me gustaría que los debates de la nación y de la comunidad y los plenos de los Ayuntamientos, fueran debates en los que se esgrimieran argumentos de peso, que pudieran dar lugar a aquellos que quisieran pensar en ellos pudieran plantearse una opinión con fundamento sobre lo que uno u otro defiende, las cuestiones que plantee cada uno de los intervinientes, cada Diputado/a, no es lo que sobresale del mismo.
Siempre se destaca la bronca o la no bronca, lo que pueda ser noticiable es quién se lleva bien con quién, o como se destaca el partido de la oposición.
Pero para los que nos interesa la política de las ideas, la verdad es que bien pocas se asoman a los discursos de nuestros representantes.
La Gestión pura y dura es la que se percibe someramente en las palabras de algunos, pero no en todos, otros se dedican a menospreciar al contrario, y alguno que soporta estoicamente todo lo que se le viene encima.
La política con mayúsculas hace tiempo que se dejó de practicar. Al menos esa es mi humilde opinión.
Entiendo la política con mayúsculas aquella que debate ideas, planteamientos, argumentos de peso, coherentes que tratan de convencer a los demás, que buscan el consenso o la aportación de mejoras, la critica constructiva, la que tiene por defensores a perfectos oradores, que utilizan la palabra precisa, el argumento correcto, el aplicable a cada situación en cada momento....
Ya estoy cansado de tanta discusión, de tanta bronca, y de tan poca aportación de todos, de tan poco "sumar" vamos a "restar" demasiado.
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